"Nosotros somos la verdadera Alemania, llena de energía, el triunfo de la Voluntad, es ella, la que ha creado nuestra esencia, como Dios late en nuestros pechos." Karl Maria Wiligut: "Germania" (1934).
Karl Maria Wiligut fué uno de los personajes que más influyó en esta lectura hermética del castillo de wewelsburg, el Rasputín particular de Himmler, un curioso personaje que nació en el seno de una familia vienesa de tradición militar, y que ingresó a los catorce años en la Escuela Imperial de Cadetes de Viena. Su presencia en diferentes frentes bélicos le hizo ascender a capitán y a teniente-coronel y otros grados superiores. Durante algún tiempo, Wiligut respondería al nombre simbólico de Lobesam, ya que era miembro de una anodina orden de inspiración masónica conocida como Schilarraffia. Lo más interesante de su biografía es que se presentaba como el último descendiente de los uiligotis, una estirpe de guerreros ancestrales prehistóricos cuya historia, hazañas y legado eran conocidos por nuestro personaje gracias a la clarividente memoria ancestral que afirmaba tener.
El último de los uiligotis se consideraba objeto de una conspiración que pretendía destruir definitivamente su legado; finalmente acabó en un internamiento psiquiátrico en el sanatorio de Salzburgo. Después abandonó Austria y buscó una atmósfera mejor en Berlín en 1932. Esta elección permitió que un viejo amigo, a la sazón oficial de las SS Richard Anders, le pusiera en contacto con Heinrich Himmler. El líder SS quedó impresionado por aquella memoria ancestral que aseguraba posseer nuestro personaje. Decidió que no era buena idea desaprovechar la oportunidad de estar cara a cara con el más remoto pasado germano.
“En septiembre de 1933 Wiligut se unió a la SS con el seudónimo de Karl María Weisthor, y ocupó el cargo de director de un Departamento de Prehistoria e Historia Arcaica, dentro de la Secretaría de Raza y Poblamiento de la SS con base en Munich”.
Su misión era entregar informes por escrito de sus visiones para que fuesen investigadas, estar plenamente disponible para conversar con Himmler y poco más. La amistad entre ambos fue fructífera, hasta el punto de que el jefe de las escuadras promocionaría al místico al grado de coronel para equiparar su rango al que ostentaba en el ejército austriaco. Su influencia se dejó sentir bastante en la simbología de las SS. Sin ir más lejos, en el buscador del Grial Otto Rahn, así como en el responsable de las investigaciones esotéricas dentro de la SS-Ahnenerbe, Friederich Hielscher. Por cuestiones de edad, el viejo mentor se jubiló, aunque siempre contó con la protección de Himmler y las Schuzstafel. Malamente sobreviviría a la guerra falleciendo el 3 de enero de 1946; su máximo y poderoso admirador lo había hecho en mayo de 1945, cuando se suicidó con cianuro al caer prisionero de los ingleses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario