Reconozco mis errores, sin ninguna duda. Y cuando intento hacer las cosas bien, todo se me viene al suelo, y patas arriba me quedo colgada, del arbol más alto, deseando que venga dios y me baje. Pero solo me ve el Diablo. La covardia no está bajo mis venas. Pero eso no se puede comprender. Parezco un soldado escondido. Pero lucho en silencio contra la muerte. Es como un pozo sin fondo en el que escribo. Y nadie puede entenderme. Soledad sin estar sola. El tiempo pasa y por pocas horas que mueran yo caigo mas adentro. Entre plena oscuridad. Grito, sangro, lloro. Pero eso no se ve. Yo aqui soy la culpable. La que no lucha por todo. Si se pudieran ver las cadenas que tengo en los pies. Arrastrandolas desde hace tantos años. Si se pudiera tocar la capa de cristal que cubre mi corazon. Que en nada estalla y tarda tanto en volverse a reconstruir. Porque veo la muerte al girar la esquina cuando me siento como ahora. Y camuflo mi desesperacion tras una sonrisa fugaz. Pero eso no se puede comprender. Veo sombras acechandome en cada rincón. Soñando con arrancarme el corazón. Y yo hay veces que lo tengo demasiado accesible. Porque la llave que lo cierra parece estar perdida en momentos como este. Sentirse tan fatal no es nada bueno. Pero escuchar que la muerte de mí está enamorada duele mucho más. O simplemente ver como las palabras bonitas se pegan en mi lengua y no consigen salir a la luz. Eso tambien duele. Es normal querer morir. Querer ser transparente de una vez por todas.Porque el esfuerzo que dan mis ojos por seguir abiertos nadie lo ve. Es algo imposible de comprender. Querer abrazar y solo sentir frio. Querer pedir perdon pero tener demasiado orgullo dentro como para hacer lo correcto. Ponerse histerica por un momento. O por cien.Y dudar entre vivir o morir.
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