Este es uno de los cementerios más famosos de París, Francia.Consiste en una red de túneles y cuartos subterráneos localizados en lo que, durante la era romana, fuesen minas de piedra caliza. Las minas fueron convertidas en un cementerio común a finales del siglo XVIII.
El uso de estas desgastadas minas, fué establecido para el almacenaje de huesos humanos. Todo eso debido principalmente al exceso de restos humanos que llenaban los cementerios de la ciudad. Al mismo tiempo, el distrito de Les Halles sufría de enfermedades debidas a la contaminación por el manejo inapropiado de estos cadáveres, especialmente en el cimetière des Saints-Innocents (Cementerio de los Santos Inocentes).
Los esqueletos fueron colocados casi como un adorno, hacia el 1786, pues los reyes franceses nunca quisieron ver los huesos desperdigados o amontonados. Así que se hicieron pilas con un cierto orden, pegando osamentas y cráneos entre sí, para que hicieran de murallas.
El recorrido por las Catacumbas conduce a un lugar llamado “baño de pie de los canteros” y que se utilizaba para crear cemento, y a la entrada al osario, enmarcada por dos pilares con figuras geométricas blancas sobre fondo negro. En el dintel, unas letras alejandrinas advierten:“Detente, éste es el imperio de la muerte”.
A partir de aquí, uno se encuentra con los restos óseos de seis millones de parisinos, en 780 metros de galerías que pasan por debajo de la avenida René Coty, y las calles Hallé, Dareau y d’Alembert.
La lámpara sepulcral es el primer monumento erigido en las catacumbas, una copa en la que los canteros mantenían encendida una llama permanente para activar la circulación del aire de las galerías. Luego se sustituyó este sistema por la excavación de pozos de servicio.
También hay símbolos excavados en la roca, como tréboles, cruces y estrellas. Como si alguna logia masónica hubiera estado en el lugar.
Las catacumbas de París son un espectáculo dantesco, que sirvió de inspiración a Víctor Hugo para su obra “Los miserables”; pero también son una aventura en torno a los miedos del individuo en relación a la muerte, y para todos aquellos que han tenido la ocasión de visitarlas, ya sea en su parte turística o en su zona prohibida.
La salida del osario lleva de nuevo a los túneles largos que acaban junto a una mesa de piedra y unas bóvedas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario