El príncipe de Paderborn lo construyó entre 1603-1609 cerca de Buren, no lejos de donde se desarrolló la Batalla del Bosque Teoteburgo entre tribus germánicas y legiones romanas en el año 9 AD, también se dice que dentro de sus muros fueron ejecutadas decenas de brujas y practicantes de hechicería en el siglo XVII. Durante la IIGM el lugar le pareció ideal a Heinrich Himmler, quien era un declarado seguidor de lo oculto, para establecer la base de rituales y ceremonias que aún hoy en día no se tiene muy claro lo que eran.
Sobre el oculto castillo de WewelsburgWestfalia, en el corazón de Alemania, es una tierra de suaves colinas cubiertas en gran parte por bosques. Los prados de la región son verdes y sus valles son recorridos por arroyos que cantan canciones ya olvidadas por la memoria de los hombres. En las entrañas de sus bosques, entre las ramas y los troncos de hermosos robles centenarios, puede sentirse aún el eco de antiguas batallas en las que pueblos duros y orgullosos empuñaron y alzaron poderosamente sus aceros en defensa de su independencia, sus hijos y su estirpe.
En esta tierra donde el roble crece vigoroso, las colinas se ven interrumpidas en su suave melodía por un grupo de formaciones de piedra que repentinamente se alzan contundentes, como un castillo surgido de lo más profundo de la tierra. Son las formaciones de piedra de los Externsteine. Su formación precede a la humanidad actual y los hombres de este tiempo las hallaron allá, mas nunca fueron creadas por raza humana. El hombre ha dejado allá su signo, su señal, impresa en diversos restos de trabajos, pero el origen de la formación es un misterio.
Un poco más allá, encontramos el castillo de Wewelsburg, una fortaleza triangular cuya torre principal apunta inequívocamente al norte. Es el Templo de Iniciación SS. Ya acercándonos, desde la lejanía se divisa su estructura triangular. En el siglo XVII Theodor von Fuerstenberg reconstruyó el castillo. Don Miguel Serrano (“Adolf Hitler, el último Avatara”) nos explica que en el “Annalista Saxo”, crónica del siglo XII, se dice que el Graf Friedrich von Arnsberg puso la primera piedra del Castillo de Wewelsburg en 1123, sobre las ruinas de una antigua fortaleza sajona del año 930, construida por Rey Heindrich I.
Conocedora de los resortes que crean el destino, la élite SS hizo de este lugar su omphalos o centro mágico desde el que proyectar su poderosa energía extraterrestre. De esta manera, el destino mágico del Tercer Reich debía ser fijado y proyectado sobre el mundo desde la concreción de la torre norte del castillo de Wewelsburg. Y así fue trabajado por la élite desconocida de la SS.
Las profundas ceremonias
En el subterráneo de la torre norte de Wewelsburg, bajo la sala principal del castillo, se halla una bóveda donde se celebraban rituales SS. En el centro de la cripta, en el suelo, aparece un círculo donde se celebraban las ceremonias. Doce pequeños pilares de piedra, como rombos, siguen el círculo del muro. Detrás de ellos debieron existir emblemas y símbolos desconocidos. En el techo de la bóveda aparece la Esvástica Levógira, tallada en la piedra, combinando con la runa Sieg, el emblema SS. En el centro del suelo de la bóveda subterránea hay un espacio ahuecado circular donde se encendía el fuego, o donde el Supremo Iniciado-Guerrero de la Orden Negra recitaba los mantras rúnicos.
El castillo tenía en su interior una habitación especial llamada la "Cripta de Himmler" dedicada a Heinrich I Rey que es considerado el fundador del estado germano medieval y de quien Himmler se creía su reencarnación.
Se sabe de varias ceremonias que ocurrieron en su interior sin embargo no de los detalles, otro de los planes de Himmler era que los anillos SS-Ehrenring (anillos del honor) que se les daba a todo SS que mostrara cualidades excepcionales de liderazgo y valor en combate regresaran a el castillo cuando murieran sus portadores, de hecho se emitió una órden donde todo combatiente debería rescatar el anillo de un SS muerto y regresarlo a Wewelsburg.
En su cara interna debía llevar grabados el nombre completo del militar y la frase: "Seinem Lieben" (Nuestro amado) el diseño es del ocultista nazi Karl Wiligut quien fungía como sacerdote en matrimonios de la SS.
Los ritos eran llevados a cabo por 12 miembros selectos de las SS quienes al morir debían de depositar sus cenizas en Wewelsburg.
Doce rayos, doce asientos en la cripta, doce soldados de las SS. Podemos hablar pues de Wewelsburg como de un centro del mundo, donde se hacian ceremonias tomadas del calendario sagrado germánico las cuales renovaban el pacto entre el hombre y el ser superior en cada final de ciclo, otorgando a los soldados SS fuerzas superiores.
Dentro del conjunto de Wewelsburg, estaba incorporada la sede de la SS-Anhenerbe, un instituto independiente cuya tarea era, según el escritor Andre Brissaud, “asuntos secretos del Reich” y comprendía desde lengua y literatura germánicas hasta yoga y zen, doctrinas esotéricas e influencias mágicas sobre el comportamiento humano, misiones arqueológicas y antropológicas, así como expediciones de exploración y estudios científicos.
En Wewelsburg, incluso los objetos más comunes, como los cubiertos o teteras, representaban runas y signos mágicos, dando testimonio de una total inmersión en un universo diferente, alquímico por su deseo de transformar el mundo y el hombre en el mundo y el hombre ario. La Sociedad para la Promoción y el Mantenimiento de los Monumentos Germánicos, fundada por la SS en 1936, era el departamento de la Ahnenerbe encargado de buscar lugares y monumentos de la antigüedad germánicas para restaurarlos. En Wewelsburg se planificaron las misiones SS-Ahnenerbe al Tíbet y al desierto del Gobi y los nacionalsocialistas llegaron incluso hasta América del Sur y la Antártida en busca de la entrada del legendario reino subterráneo de Agartha.
La torre norte deja ver una estructura realizada por los arquitectos de las SS, según un diseño muy preciso que de igual manera manifiesta una intención oculta esotérica. A nivel de la tierra se encuentra la GruppenführerSaal, una sala circular con doce columnas y una representación del sol negro en el centro de la sala, donde parten doce rayos formados cada uno por dos runas Sieg (Victoria), las cuales también se encuentran en el símbolo de las SS y juntas y colocadas de la manera precisa forman la svástica.
Justamente debajo de esta GruppenführerSaal, está una cripta llamada Walhalla (como la morada de Odín, en la mitología nórdica, a donde van los guerreros muertos en batalla para prepararse para el ragnarok, el destino de los dioses, la última batalla entre las fuerzas del bien y las fuerzas de la oscuridad) en la cual se encuentran doce asientos de piedra y un círculo central, que también está limitado por un muro de igual manera circular. En el techo, se encuentra una svástica que representa los motivos florales que crean un efecto de eco, que únicamente es audible para los que se encuentran en el círculo sagrado. A medida que los integrantes del círculo íntimo de las SS morían, se quemaba su escudo de armas que, junto con sus cenizas, era colocado en una urna sobre una de las peanas, donde era venerado.
La siguiente imagen ilustra estos orígenes ocultistas y la fuerte influencia que ejercia Himmler en las desiciones de Hitler. Mediante la planificación de estrategias que hacian entender que era su destino ser protagonista de ese cambio que significaba el Reich y que sin prejuicios enarbolaba la idea de la inmortalidad a travez de estas magias primitivas, llenas de simbolismo y de mensajes subliminales.
Durante la época del NS, muchas carreteras, centros de reunión, unidades militares etc, fueron construídas siguiendo este antiquísmo y maravilloso conocimiento estructural.
Por encima de los más altos dirigentes conocidos, sobre el mismo Himmler, existieron unos guías desconocidos que no usaban uniforme, que nunca se dejaban ver y que no aparecían en público. Evitaban todo protagonismo público, pero estaban sobre todos los demás y únicamente en las ceremonias más secretas, llevadas a cabo en la bóveda subterránea, o sea, en torno a la Tabla Redonda, aparecían, aún sin mostrar sus rostros. Ni Himmler les conocía: eran los Directores Desconocidos. Tal y como sucediera con los templarios, no fueron hechos prisioneros ni murieron en la guerra. Desaparecieron misteriosamente y nadie ha sabido nunca quiénes fueron ni a dónde partieron.
Este castillo es claramente un componente muy valioso del llamado nazismo mitico-epico, que tenian la firme creencia que su lucha no solo era politica y militar si no tambien en la esfera espiritual contra las fuerzas destructivas del judaismo semita, los nazis creian que desde el inicio de los tiempos existia una lucha titanica entre dos fuerzas míticas, una lucha por el control del mundo y su tiempo era la del triunfo final de la concepcion aria de la civilización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario