Existe una teoría según la cual, los niveles de hormona testosterona nos vienen prefijados desde nuestra etapa prenatal y, para el Doctor John Manning existe una asociación importante entre la longitud de los dedos anular e índice y la cantidad de testosterona que porta nuestro organismo. Esta hormona, aparte del vigor físico, influye tambien en el sistema nervioso central.
Una gran cantidad de testosterona podría favorecer el desarrollo del hemisferio derecho del cerebro en detrimento del izquierdo, lo que podría tener sus ventajas y sus inconvenientes pues aunque eso supone más habilidades espaciales, para la música y las matemáticas podría también originar propensión al autismo y la depresión.
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